Bienvenid@ a Cine Sin Lata

Esto comenzó hace mucho tiempo. Alrededor del año 2004, cuando aún era estudiante universitario en Caracas, Venezuela, mi país natal. Para ese entonces, estaba a mitad de camino para obtener mi licenciatura en Artes, en la Universidad Central de Venezuela, cosa que lograría tres años después, optando por la mención Cine.

Esto era solo una idea. Éramos un grupo de estudiantes haciendo cortometrajes con muy bajo presupuesto, atendiendo festivales de cine, proyecciones callejeras, recitales de poesía y organizando nuestras propias (e ínfimas) proyecciones en cualquier aula disponible de la Escuela de Letras, lugar donde atendíamos a nuestras clases de la Escuela de Artes pues la nuestra era muy pequeña y pedíamos prestado hasta los salones. De igual manera pedíamos el proyector, el reproductor de VHS o DVD, llevando las copias de nuestros cineastas preferidos (y muchas veces recién descubiertos) bajo el brazo, para el disfrute de unos pocos interesados.

Cine Sin Lata Logo (circa 2004)

Ahí fue cuando Cine Sin Lata comenzó. No puedo asegurar si la palabra lata siginifica lo mismo en toda hispanoamérica (en Venezuela es hasta un término slang de un beso con lengua, pero si vamos a incluir slang, sería más apropiado aquello de no ser latoso, fastidioso, molesto, cansino…), pero a lo que me refería era a la lata de película cinematográfica, ese contenedor circular de metal opaco que evita que el rollo se desvele. Un chiste malo: se me ocurrió esta frase para indicar que «hacíamos cine» sin rollo de película, sólo con vídeo digital y una pequeña cámara Sony mini DV, sin presupuesto alguno, robando bombillos de nuestros hogares para iluminar cualquier escena de nuestras -raras- ideas para un corto, pidiendo prestado todo para poder proyectar ante una audiencia mínima alguna película en una calurosa tarde caraqueña. El nombre de Cine Sin Lata tenía la intención de agrupar algunos de nuestros proyectos, una especie de marca, pero cada uno de nosotros emprendió sus proyectos paralelos y quedó relegado, básicamente, a las proyecciones de películas. El término, sin embargo, siempre resultó adecuado para expresar una actitud: no nos importaba nada, haríamos lo que quisiéramos, como pudiéramos.

Después de graduarnos, y como suele suceder, separar nuestros caminos, el nombre de Cine Sin Lata pasó de ser el enunciado de algunos afiches y flyers regados por los pasillos de la universidad con la promesa de una película en VHS defectuoso, a ser un canal de youtube, donde subiría mis tres cortometrajes realizados durante la carrera, con la esperanza de que algún alma solitaria en alguna esquina del planeta Tierra los viese alguna vez, disfrutándolos por lo que son: cortometrajes estudiantiles hechos con alegría. Luego me dedicaría a trabajar en televisión, por casi siete años, y el espacio de youtube se expandió para albergar algunos de mis trabajos  y uno que otro proyecto freelance de edición que realicé para ONG’s y otras compañías. Una manera eficaz de mostrar -a quien estuviese interesado- mis trabajos, siempre disponibles en el maravilloso universo de internet sin preocuparme de carpetas, back ups o discos duros con mis materiales.

Logo Nuevo (2016)

Ahora es un blog. La razón es que recientemente me he vuelto un entusiasta de wordpress, y quiero expandir mis habilidades como desarrollador web, pero también como un recordatorio -ahora bien lejos de la universidad, de casa, viviendo en Madrid, España- de que no importan los años transcurridos, el entusiasmo por hacer cosas nuevas permanece igual. Vigente. Activo.

Así que bienvenid@s. Estaré posteando diferentes contenidos por aquí, no sólo mi portafolio sino también algunos artículos que tengo pendientes de escribir, sólo por ocio.

Así que, como dijo Arnold Schwarzenegger, «Stick Around!»

Esto es Cine Sin Lata.

Nuevo arte para el blog, cámara de 16mm deconstruida + logo nuevo (2016)

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